Ecocardiografía

La ecocardiografía es una forma segura y precisa de estudiar el corazón.

Historia de la ecocardiografía. 

En 1880 Curie y Curie descubrieron el cristal piezoeléctrico, que tiene la capacidad de crear ondas de ultrasonido (ondas de sonido que el oído humano no puede percibir). Posteriormente, durante la I Guerra Mundial, esta tecnología permitió a Paul Langevin desarrollar el sónar de los barcos (las ondas de sonido rebotan y se pueden medir el eco). Después de la II Guerra Mundial las tecnologías desarrolladas durante la guerra comenzaron a aplicarse al campo de la medicina, incluyendo el sónar. En la década de los 50, la colaboración de dos doctores suecos, Helmut Hertz e Inge Edler resultó en la comercialización del primer dispositivo de ultrasonidos para estudiar el corazón. Ahí comenzó la ecocardiografía clínica.

¿En qué consiste un ecocardiograma? 

Es una técnica mediante la que se puede obtener una imagen del corazón en tiempo real utilizando las ondas de ultrasonido. Para realizar un ecocardiograma se necesita un dispositivo llamado ecocardiógrafo, este dispositivo se parece mucho a un ordenador; tiene una pantalla donde se visualizan las imágenes, un teclado donde se realizan distintas mediciones, un disco duro con procesador y un pequeño dispositivo llamado transductor que emite y recibe las ondas de ultrasonido (eco).


Es importante señalar que las ondas de ultrasonido son inocuas, por lo que está técnica en su modalidad básica carece de contraindicaciones y es completamente segura.

¿Cuándo se realiza? 

El ecocardiograma es una técnica muy versátil mediante la cual se puede estudiar, entre otras muchas cosas, la anatomía del corazón, la fuerza que tiene en reposo y en ejercicio, la función de las válvulas cardiacas... Por todo lo dicho, el ecocardiograma es una técnica de referencia que se utiliza para el estudio de las distintas enfermedades del corazón.

¿Qué modalidades de ecocardiograma existen? 

Básicamente existen tres tipos de ecocardiograma:

  1. Ecocardiograma transtorácico: se obtienen la imágenes del corazón aplicando el transductor sobre el pecho del paciente. Es el que se realiza con más frecuencia.
  2. Ecocardiograma transesofágico: se obtienen las imágenes del corazón introduciendo una sonda (tubo de goma) por la boca hasta el esófago. Se suele realizar cuando, por ejemplo, se precisa un estudio dirigido al estudio de masas cardiacas o durante una operación del corazón.
  3. Ecocardiograma de estrés de ejercicio o farmacológico: se utiliza para diagnosticar la presencia de enfermedad coronaria. Es decir, para ver cómo funcionan las arterias que llevan la sangre al corazón.

¿Cómo debe acudir el paciente? ¿Cómo es el procedimiento? 

En el caso del ecocardiograma transtorácico no es necesario acudir en ayunas. En realidad no es necesaria ninguna preparación especial, salvo que el médico indique lo contrario. El médico o técnico que realiza la prueba, normalmente, pedirá al paciente que se tumbe de lado y aplicará un transductor sobre el pecho del paciente y un gel. Además, se suelen colocar unas "pegatinas" (electrodos) para obtener el ritmo cardiaco. El procedimiento puede durar entre 10 y 30 minutos, no es un procedimiento doloroso y es completamente seguro.

En el caso del ecocardiograma transesofágico es necesario acudir en ayunas (no comer ni beber nada durante las ocho horas previas) ya que se va a introducir una sonda por la boca, hasta el esófago, a través de la cual se obtendrán las imágenes del corazón. Se suele utilizar anestesia local y algún tipo de sedación para dormir al paciente. La exploración puede durar entre 30 y 60 minutos. Es recomendable que el paciente vaya acompañado, después de la prueba no se pueden conducir hasta el día siguiente (por la sedación). También es importante esperar cuatro horas para comer, ya que la garganta está anestesiada y el paciente se puede atragantar. 

En el caso del ecocardiograma de estrés físico (caminar en cinta rodante o pedalear en una bicicleta) suele ser recomendable comer, al menos, dos horas antes de realizar la prueba (no comer copiosamente). Se debe preguntar al médico que solicita la prueba si es necesario suspender alguna medicación antes de realizarla. Mediante esta prueba el médico estudiará cómo funciona el corazón durante el máximo esfuerzo que el paciente es capaz de realizar. En otras palabras, si las arterias del corazón están enfermas el médico observará que, cuando el corazón demanda más energía, hay zonas del corazón que no funcionan bien (la inyección de gasolina está estropeada y el motor no funciona adecuadamente al revolucionarlo). Esta prueba combina la realización de una prueba de esfuerzo y el uso de la ecocardiografía transtorácica y suele durar alrededor de 45 minutos.

Por último, en el caso del ecocardiograma de estrés farmacológico se suele precisar también estar en ayunas (por lo menos cuatro horas). En este caso también se estudia cómo funciona el corazón durante el máximo esfuerzo pero, a diferencia del ecocardiograma de esfuerzo, se utiliza un fármaco para "acelerar" el corazón. Está prueba suele reservarse para pacientes que no pueden realizar ejercicio físico. Según el tipo de fármaco utilizado en la prueba puede ser necesario evitar la toma de café, té o coca-cola 24 horas antes de la realización de la misma y suspender alguna medicación.